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Por Manuel Rodríguez, cientista político.
El sistema-mundo se encuentra en una etapa de profundas transformaciones, un cambio de paradigma que modifica completamente las reglas de las relaciones internacionales. El mundo está transitando desde un orden unipolar, regido y hegemonizado por EEUU y Europa occidental, hacia un orden multipolar.
La hegemonía de Occidente ha entrado en crisis y surgen nuevas potencias y polos de poder, como China, Rusia e India y nuevos polos de poder como el BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghai, donde los intereses de los Estados y de los pueblos no están sometidos a los dictados imperiales de las potencias occidentales, sino que se rigen por los principios de la cooperación, la complementariedad y del intercambio de mutuo beneficio. Venezuela y Cuba se han incorporado al BRICS, dando paso a una etapa de cooperación e intercambios con las grandes potencias asiáticas, lo que les permiten eludir los efectos del bloqueo y las sanciones unilaterales de EEUU.
Algunas señales dan cuenta de este cambio global.
Un conjunto de economías emergentes, por ejemplo, en Oriente Medio, están comenzando a realizar sus intercambios comerciales con sus respectivas monedas nacionales, evitando el dólar estadounidense. Irán, Arabia Saudita, la República Popular China y la Federación Rusa, ahora intercambian gas y petróleo y los respectivos pagos se efectúan mediante sus monedas nacionales.
El año 2023 se produjo una serie de golpes de Estado en países de Africa central, apoyados por el pueblo, y la primera medida que adoptaron esos nuevos gobiernos, fue ordenar la expulsión de las misiones militares francesas instaladas allí desde fines de la II guerra mundial.
Los pueblos africanos se están liberando de los imperios coloniales europeos: ha llegado nuevamente la hora de la independencia, de la libre autodeterminación y de la política realista, en naciones que poseen amplias reservas de recursos naturales estratégicos. La multipolaridad les permite establecer nuevas formas de cooperación e intercambio a nivel internacional.
La elección de Donald Trump y el inicio de su segundo mandato, solo va a impulsar la tendencia hacia la multipolaridad en América Latina y en todo el mundo. Donald Trump, el primer delincuente convicto elegido Presidente de EEUU y el representante más connotado de la oligarquía financiera, aplicará una política imperial agresiva, nacionalista, racista y proteccionista que va a impulsar el deterioro y la decadencia de la potencia estadounidense a escala global.
El mundo gira en otra dirección.
Manuel Luis Rodríguez U. Fundación Latinoamericana de Política y Prospectiva