Punta Arenas, septiembre 04 de 2020
Frente a las declaraciones y propuestas realizadas por el MINEDUC para enfrentar los desafíos del sistema educacional en este contexto nacional de Pandemia y de crisis socioeconómica nos parece fundamental declarar nuestro absoluto rechazo al intento de promover una pseudo normalidad poniendo en riesgo la vida y la salud de los estudiantes y de los integrantes de la comunidad escolar en general.
Cualquier iniciativa tendiente a un regreso paulatino a las salas de clases requiere un diagnóstico detallado de la realidad regional y comunal, es fundamental una consulta a los principales actores del proceso educativo: docentes, equipos directivos, familia, asistentes de la educación. Todos ellos deben ser parte de la decisión porque compromete no sólo su salud, sino las condiciones en que llevarán a cabo su labor. Igualmente, debe considerarse la experiencia de países (con realidades socioeconómicas similares al nuestro que están iniciando procesos de retorno gradual, las compeljidades que han enfrentado y cómo han abordado las dificultades.
En consecuencia, una actitud y conducta responsable implica contar con las condiciones de infraestructura resueltas, por ejemplo un Informe Regional de Infraestructura actualizado que contemple dimensiones espaciales, ventilación, condiciones sanitarias de baños-cocinas- etc. Igualmente implica, implementación de salas, de comedores, salas de profesores, patios, bibliotecas, laboratorios y gimnasios. La realidad nacional y regional es que existe un importante porcentaje de Escuelas y Liceos que no cuenta con condiciones de infraestructura y de implementación adecuadas a los estándares de calidad exigidos por el MINEDUC, por tanto en condiciones de mayor exigencia como es esta pandemia y las potenciales posibilidades de contagio es prioritario elaborar un Plan de Adaptación de los Establecimientos a la nueva REALIDAD y eso exige inversión desde el MINEDUC
Es impensable el regreso de TODOS los estudiantes, de hecho en los países desarrollados el retorno ha sido gradual con pequeños grupos de estudiantes, con establecimientos educacionales con altos estándares de calidad y de espacio, con un número reducido de estudiantes por sala. No obstante estas medidas preventivas, en dichos países han debido retroceder y cerrar establecimientos producto de un aumento de niños y jóvenes contagiados.
Finalmente, nos debemos hacer la pregunta: ¿cuál es el objetivo del regreso a clases? si la respuesta es retomar los aprendizajes, es un deber de las autoridades educacionales buscar formas de abordar estos aprendizajes que no sólo impliquen volver a la sala de clases elaborando planes de contingencia liderados por el MINEDUC que permitan asegurar los aprendizajes de las diversas y múltiples formas que por ahora la tecnología ofrece, pues el proceso educativo debe ser re-pensado, resguardando el acceso a la educación en una diversidad de modalidades. No obstante ello, en un sentido profundo y social de lo que significa la educación lo fundamental es la mirada del ser humano en sus diversas dimensiones la salud física y emocional de los niños y jóvenes y abordar especialmente la compleja realidad socioeconómica de las familias en contexto de crisis social.Los procesos de aprendizaje en la mayoria de los casos no se han interrumpido. Los docentes han hecho grandes esfuerzos por adaptarse a esta necesidad de la sociedad de educar y acompañar a los estudiantes en esta compleja crisis, la presencia de ellos ha sido fundamental, cumpliendo objetivos que van más allá de un resultado de aprendizaje, han cumplido un rol social, un apoyo emocional, han sido la contención necesaria en estos duros momentos, se debe apoyar a los docentes en su labor y en sus múltiples requerimientos. En consecuencia cualquier propuesta debe considerarlos como la piedra de este complejo proceso, evitando reduccionismos que parecieran tener más bien una motivación económica en la base de sus argumentos.
Movimiento Pedagógico y Gremial Manuel Guerrero Ceballos