Nuevo naufragio en el Biobío revela grave vulnerabilidad social de la pesca artesanal

La desaparición de una lancha de pescadores en San Pedro de la Paz reabre el debate sobre la falta de protección social en el sector artesanal. Organizaciones piden al gobierno y al Congreso avanzar con urgencia en una nueva Ley de Pesca con enfoque social.

La reciente desaparición de una lancha con pescadores artesanales en San Pedro de la Paz, región del Biobío, ha vuelto a poner en evidencia la desprotección estructural que afecta al sector pesquero artesanal en Chile. Así lo denunció la Alianza en Defensa de la Pesca Artesanal, que calificó el hecho como un reflejo de la precariedad que enfrentan miles de trabajadores del mar y sus familias.

Para Hernán Cortés, vocero de la organización, este nuevo episodio es “muy lamentable y deja al descubierto que esta actividad no cuenta con una protección social”. En ese sentido, llamó al gobierno y al parlamento a actuar con urgencia: “Ya no podemos seguir esperando nosotros ni nuestras familias. Pedimos que nos ayuden a tener un poco de protección y seguridad social”, expresó.

Desde hace más de una década, las comunidades pesqueras han venido exigiendo la creación de una plataforma social que permita enfrentar emergencias, otorgue seguridad en el trabajo y acceso a beneficios previsionales. Sin embargo, pese a las promesas, las soluciones concretas siguen ausentes.

Sara Garrido, Coordinadora de la Red Nacional de Mujeres de la Pesca Artesanal, recalcó que “es urgente avanzar en una Ley de Pesca que contemple una plataforma social financiada, por ejemplo, a partir de las licitaciones pesqueras, y que apoye efectivamente a quienes viven del mar”.

Los dirigentes advierten que los riesgos del trabajo pesquero —que incluyen condiciones climáticas adversas, largas jornadas y escaso acceso a redes de seguridad— son asumidos casi por completo por los propios pescadores. La actual normativa no contempla mecanismos efectivos de protección social ni previsional, dejando a cientos de familias expuestas ante tragedias como la ocurrida en el Biobío.

“Necesitamos que la nueva Ley de Pesca vaya más allá del pago de cotizaciones previsionales por parte de los armadores. Debe existir una verdadera plataforma social que proteja a los pescadores artesanales y sus familias”, concluyó Cortés.

Mientras continúa la búsqueda de la embarcación desaparecida, crece la presión sobre las autoridades para que este nuevo hecho no quede impune ni en el olvido, y se convierta en el punto de partida para reformas estructurales largamente postergadas.

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